¿Quiénes somos?

Es en la década de los 80 y más concretamente a partir del año 1.982, cuando el Estado, a través primero de los Consorcios para la Gestión e Inspección de las Contribuciones Territoriales y posteriormente (a partir de febrero de 1.987) a través del Centro de Gestión Catastral y Cooperación Tributaria, impulsa la REVISIÓN del CATASTRO URBANO con el objetivo prioritario de conseguir un catastro fidedigno que recoja la identificación de la totalidad de las fincas urbanas y rústicas con sus características físicas, su condición jurídica y sus correspondientes valoraciones acordes con las transacciones reales del mercado inmobiliario.

                        En este periodo el Estado realiza una gran inversión en las revisiones catastrales, sin embargo esta contratación se le adjudica a una veintena de empresas que en su mayor parte son de fuera de la provincia, las cuales a su vez son adjudicatarias de otros contratos por el resto de España. Esta situación provoca que, salvo raras excepciones, la mayoría de las empresas que resultaban adjudicatarias de estos contratos se limitasen a enviar a uno o dos técnicos que montaban una pequeña oficina, buscaban unos cuantos delineantes del lugar que, con unas mínimas indicaciones técnicas, revisaban municipios completos por un coste mínimo y, tras la entrega de los trabajos, desaparecían sin dejar ni rastro. Otras empresas se dedicaron a subcontratar los trabajos con otras empresas con lo que, aunque el beneficio era menor, el riesgo era nulo ya que estas nuevas empresas no cobraban en tanto en cuanto no se recepcionasen los trabajos por la administración y cobrase la empresa adjudicataria.

                        A mediados del año 1.989 se inician los trabajos correspondientes a la segunda revisión que en esencia se trataba de la modificación de los valores catastrales a través de la elaboración de nuevas Ponencias de Valores sin ser necesarios los trabajos de campo. Esta revisión se apoyaría en los datos técnicos obtenidos en la primera revisión y tras la elaboración de una nueva ponencia fijaría los nuevos valores catastrales que estarían en torno al 70% del valor de mercado.

                        A finales del año 1.990 y debido en parte a la presión de la opinión pública y en otra gran parte a la forma de actuar de las empresas en las primeras revisiones, quedó interrumpida la segunda revisión lo que dio en llamarse el CATASTRAZO. A partir de este momento todo el planteamiento del catastro cambia, se crea una nueva normativa de valoración se paralizan todas las revisiones, se ralentizan todas las actuaciones y esto provoca la desaparición de la mayoría de las empresas de catastro que dejan en la calle a un gran número  de técnicos. Algunos Ayuntamientos aprovechan los conocimientos de estos técnicos y los incluyen en sus plantillas para que gestionen las actuaciones catastrales que realizan los propios Ayuntamientos principalmente encaminadas a la mejor atención al público y la recepción de documentación, pero en algunos casos llega hasta la generación de los distintos documentos catastrales.

CREACIÓN

En esta situación se crea, a principios del año 1.993, OFICINA CATASTRAL ANDALUZA SL ( OFICA ), una empresa formada por técnicos con experiencia en las anteriores revisiones y conocimientos del catastro de la zona ya que habíamos trabajado para diversas empresas, y con varios objetivos principalmente:

1) En primer lugar satisfacer la demanda de empresas en nuestra provincia (y ampliando a Andalucía Occidental y Extremadura) que se dedicaran principalmente al Catastro, ya que apenas existían dos o tres empresas que realizaban trabajos catastrales pero cuya actividad principal no era el catastro.

2) En segundo lugar aprovechar todos los conocimientos y experiencia obtenidos por nuestro personal en las empresas en las que trabajaron anteriormente y dedicarlos en beneficio del catastro de nuestra provincia. Creando y formando nuevos técnicos que hemos ido incorporando a nuestra plantilla.

3) En tercer lugar, y como uno de los principales objetivos, hacer que la mayor parte de la financiación que las administraciones (tanto la central como las distintas administraciones locales) estaban dedicando al catastro en nuestra comunidad, revirtiera en la propia comunidad, creando empleo en nuestra comunidad, pagando los impuestos aquí, realizando nuevas inversiones y en definitiva crear riqueza aquí y no que ocurriera como en periodos anteriores donde todos los beneficios iban destinados a otras comunidades.               

4) En cuarto lugar nos planteamos el seguir investigando y ampliando nuestros conocimientos sobre catastro, sobre las bases de datos catastrales, su tratamiento, su depuración, y principalmente el conocimiento de todos y cada uno de los trabajos vinculados con él, ahondando en el conocimiento catastral de los municipios de nuestra zona, para poder dar solución a cada una de las situaciones que puedan plantearse en cada municipio.

5) Finalmente nos propusimos el aprovechamiento de todos los recursos con que disponían las distintas administraciones con el fin de ofrecer el mejor resultado por un menor coste.

OFICA S. L. fue creada dentro del ámbito de la Comunidad Autónoma Andaluza para poder satisfacer la demanda de empresas del ramo dentro de la región y ha estado trabajando, desde su fundación, en estrecha colaboración con SERVICARTO  S. L. y SERCAREX S. L. con las cuales ha intercambiado tanto medios técnicos como humanos.

Desde su creación ha realizado trabajos en colaboración con otras empresas que han servido para obtener la suficiente experiencia y los medios necesarios para poder realizar, como ocurre desde hace varios años, trabajos con el personal y los medios propios de que dispone la empresa.                     

Desde un principio hemos intentado colaborar con el mayor numero de empresas y entidades y hemos tratado de conocer las peculiaridades de cada municipio con el que íbamos a trabajar.                      

Desde su creación ha realizado trabajos en colaboración con otras empresas que han servido para obtener la suficiente experiencia y los medios necesarios para poder realizar, como ocurre desde hace varios años, trabajos con el personal y los medios propios de que dispone la empresa.   

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